viernes, 8 de junio de 2007

EL LEGADO DE LA BAUHAUS

Cuando hablamos de vanguardias, es imposible no referirse a la Bauhaus, la escuela de artes y oficios, vanguardista por excelencia. Fundada por el arquitecto Walter Gropius, la Bauhaus nació y murió en el período entreguerras, bajo el alero de la Primera República Alemana. Resulta paradójico que la más moderna de las instituciones haya funcionado en dos condados principescos como lo eran Weimar y Duhauss, estableciéndose en una gran ciudad como Berlín, sólo en 1933, el año de su clausura a manos de los nazis.

Walter Gropius y a sus espaldas el diseño del Chicago Tribune Tower, pionero de la arquitectura moderna en 1922.El espíritu con el que nació y se desarrolló la Bauhaus es el de una convergencia entre la industria, el arte y los oficios en virtud de un único objetivo: la construcción del futuro. Según el manifiesto de la Bauhaus, elaborado por su director y fundador, Walter Gropius, “el fin último de toda actividad creativa es la construcción”. Entre arte y artesanía, no existen más diferencias que las que la ideología de las elites han construido. Arquitectos, pintores y escultores deben volver a los talleres, puesto que es en la práctica constante donde aparece la inspiración- completamente inconsciente al artista- necesaria para las obras maestras.
Paul Klee “Temple Gardens”, 1920. Tanto Klee como Kandinsky son reconocidos mundialmente como referentes obligados del arte expresionista.

No podemos hablar de un estilo de la Bauhaus. Para sus integrantes habría sido algo sacrílego. Un principio motor de la Bauhaus es la constante renovación. De hecho, la escuela no se parece en ningún momento a sí misma. Si bien contaba con un programa multidisciplinario de enseñanza, cada maestro era libre de hacer lo que quisiera, porque el arte, según Gropius, “no se enseña, se practica”. Existía un plan común que proponía una base desde la luego se aprendía el uso de diversos materiales, no se concebía un pintor que no esculpiera, ni tuviera nociones de la construcción de un edificio. Éstas clases estaban guiadas por los maestros mejor preparados de la escuela, como lo eran Laszlo Moholy-Nagy, Oskar Schlemer, Wassily Kandinsky, Johannes Itten, Josef Albers y Paul Klee. Luego, la enseñanza se volvía lo más anti-académica posible; cada cual tenía libertad en la creación.
El fin de la Bauhaus era la fundición entre el arte y lo cotidiano; un estadio de constante creatividad, privado de barreras clasistas. La creación está en virtud de una función emancipadora de la sociedad. Contrarios a la crítica conservadora a las nuevas tecnologías, la Bauhaus se caracterizó por una neofilia sin límites. La modernidad se estaba olvidando de su promesa de emancipación, por ello había que rescatarla. Pero, este rescate no debía significar un retroceso, sino, al contrario, un avance hacia nuevos horizontes en la vida del humano. El reemplazo del hombre por la máquina en ciertos aspectos de la producción, no tenía porqué significar la renuncia de éste a lo que lo constituía como humano: la creación. La innovación es lo intrínsicamente humano.
Por eso había que alejarse de los dogmas. Para ello, cada idea nueva sobre tendencias o fines creativos era debatida en grandes asambleas constituidas por profesores y alumnos. El espíritu de la Bauhaus, para Josef Albers se refleja en una cita a Gropius donde este declara “”.

LA FOTOGRAFÍA Y LA BAUHAUS.
Cuando hablamos de la Bauhaus, es frecuente que pensemos en disciplinas como la arquitectura, pintura o escultura. La fotografía, por su parte, no es tan asociada a la Bauhaus porque no jugó un rol tan protagónico en la historia de la escuela como otras disciplinas. De hecho, no estaba dentro del currículum de enseñanza en los comienzos de la escuela.

Sería la llegada de Laszlo Moholy-Nagy a la escuela, en 1923, la que instauraría a la fotografía como uno de los campos a desarrollar. De procedencia húngara, Moholy-Nagy se consideraba a sí mismo pintor antes que fotógrafo.
Laszlo Moholy- Nagy “Celos”, 1927. Moholy- Nagy fue uno de los primeros en advertir la gran versatilidad de la fotografía tanto para relatar como para sugerir.En su publicación “Pintura, Fotografía, Film”, aparecida en 1925, y que constituye el octavo volumen de los “Libros de la Bauhaus”, intenta esclarecer las relaciones entre la pintura y la fotografía, tomando partido por una franca demarcación entre las dos disciplinas. Para Moholy-Nagy la fotografía constituía un medio creativo ideal para una “nueva manera de ver las cosas”. Mientras la pintura se dedicaba a darle forma al color, el papel de la fotografía era el de otorgarle cuerpo a la luz.
Moholy-Nagy es uno de los pioneros en la fotografía experimental de los años 20. Sus fotogramas son verdaderas obras maestras en las que trabaja con el contraste y la luminosidad mediante el montaje. El artista nos describe su técnica de la siguiente manera: “Se trata del acoplamiento de diversas fotografías, de una (...) tentativa metódica de representación simultánea: superposición de juego de palabras y visuales; una fusión extraña e inquietante, a nivel imaginario, de los procedimientos imitativos más realistas. Por ellos pueden al mismo tiempo narrar algo, ser sólidos y concretos, más veraces que la misma vida”.
Laszlo Moholy-Nagy “Muñecos”, 1926Luego del cierre de la Bauhaus, “instigadora del bolchevismo cultural”, Moholy-Nagy se pasó por Amsterdam y Londres, para radicarse finalmente en Chicago, donde dirigió una naciente escuela de fotografía y diseño, a la que él bautizaría como “La Nueva Bauhaus”.
Detrás de todo gran hombre se esconde una gran mujer dice el cliché que, en este caso, se cumple plenamente. Lucía Schulz, más conocida como Lucía Moholy-Nagy, gozó de mucho menos fama y reconocimiento que su marido. Sin embargo, su obra adquiere mucho más valor desde el aspecto de la difusión: ella fue la encargada de fotografiar la gran mayoría de las obras producidas por la Bauhaus, desde edificios hasta artefactos domésticos, sin olvidar los retratos de los mismos artistas. Si bien su obra es menos experimental, encontramos en las fotografías de Lucía un depurado trabajo de la perspectiva y las líneas.
Sin embargo, no existió una clase exclusivamente de fotografía hasta 1929, cuando la escuela había dejado Welmar para establecerse en Dessau. El maestro encargado de ésta cátedra era Walter Peterhans. En su obra se aprecia una nueva forma de trabajar la fotografía mediante meticulosos montajes que exaltaban las texturas de fragmentos de artefactos, principalmente de metal y el vidrio.

Man Ray: “La búsqueda de la libertad y el placer; eso ocupa todo mi arte”

Man Ray, 1934


Nacido en 1890 con el nombre de Emmanuel Radnitzky, este hombre de origen judío ruso se instala en la publicidad neoyorquina de comienzos del siglo XX. Por esos años asiste a la National Academy of Design, donde establece sus primeros contactos con la vanguardia neoyorquina junto a sus visitas a la galería de Alfred Stieglitz. El primer cuadro cubista de Man Ray es un retrato de este último y célebre fotógrafo.

Su primera exposición individual tiene lugar en la Daniel Gallery de Nueva York en 1915. Con Duchamp participa en experimentos fotográficos y en publicación del número único de “New York Dadá”.

En los próximos años comienza a trabajar con aerógrafos (instrumento que emplea aire a presión para dispersar un pigmento en partículas muy finas) sobre papel fotográfico. En 1920 funda con Marcel Duchamp la Société Anonyme, compañía a partir de la cual gestionan toda manifestación de vanguardia que se les cruce por delante: películas, conferencias, instalaciones, publicaciones y exposiciones.

Dos años después es arrastrado por Duchamp a París, donde permanecería casi el resto de su vida. En 1921 comienza a trabajar en sus primeras obras experimentales: los Rayographs, imágenes fotográficas obtenidas sólo con objetos expuestos a papel fotosensible, o sea, sin cámara. Este trabajo representa uno de los aportes más importantes a la vanguardia fotográfica del siglo XX.

También se dedica al retrato de figuras importantes de la cultura y el espectáculo, edificandose como un pilar importante en su obra. Entre ellos se encuentran: Pablo Picasso, Virginia Woolf, Salvador Dalí, Antonin Artaud y Cocó Chanel.


Ray es uno de los fundadores del surrealismo tras la muerte del dadaísmo (Como bien se encarga Tristán Tzara de manifestarlo en Zúrich), y es protagonista en la primera exposición surrealista en la galería Pierre de París en 1925.

Como todo judío que arranca para otra guerra, en 1940 se instala en Hollywood, escapando de la ocupación nazi de París, regresando a Francia once años después. Durante su estancia en California se dedica a la pedagogía.

La multiplicidad de formatos y dinámicas que confluyen en la prolífica obra de Man Ray se resiste a la taxativa perspectiva moderna. Además de la fotografía se entrelaza el cine, collages, dibujos, grabados, artefactos, diseño publicitario y moda. La provocación a través del desconcierto y el erotismo fueron cimientos esenciales de este pionero del Dadá y el Surrealismo, donde la irrupción de lo irreal asechaba en cada imagen.

“La búsqueda de la libertad y el placer; eso ocupa todo mi arte”, reconocerá Ray años más tarde. “Despreocupado, pero no indiferente”, rezará la lápida que su mujer levantó diez años después de su muerte.

jueves, 7 de junio de 2007

Bienal de Sao Paulo

En el Museo de Arte Contemporáneo MAC se expone hasta el 1 de julio, la muestra “Cómo vivir juntos”, una selección de la 27 Bienal de Sao Paulo. Esta muestra, una de las más importantes del mundo, incluye obras provenientes de diversos países de Europa y América. Lo interesante es que también incluye a países con los cuales Chile no tiene mucho intercambio artístico, como lo son Palestina, Afganistán, Eslovenia e Israel.

Este año la Bienal ha alcanzado un nivel de independencia que contribuye a un mejor desplante de las obras. La curadora Lisette Lagnado fue elegida por concurso y los artistas seleccionados ya no serían representantes nacionales sino que responderían a invitaciones directas. Anteriormente el financiamiento de la Bienal dependía de embajadas pero esta vez gracias al auspicio del Banco Itaú se pudo montar la exposición relevando malestares políticos que pudieran sugerir algunas obras.

La exposición alude en muchas de sus obras al tema del mundo globalizado, las diferencias en él y sus conflictos ya sean de tipo raciales, étnicos, limítrofes, de género o religiosos. Todo esto se agrupa en un gran tema que muestra el espíritu y nombre de la bienal: “Cómo vivir juntos”. Inspirado como respuesta a los cuestionamientos de Roland Barthes (semiólogo francés de la corriente estructuralista) acerca de cómo lograr juntar a tantos individuos y hacerlos convivir con ritmos de vida tan diferentes.

La respuesta de la Bienal a partir de las vanguardias de arte moderno revela un espíritu de comunidad que alude a la convivencia por sobre las barreras raciales, étnicas e identitarias. Si bien la mayoría vive en Europa o Norteamérica, muchos provienen de países asiáticos, africanos, o sudamericanos. Algunos exiliados como la fotógrafa cubana Ana Mendieta quién dejó Cuba a los 12 años. La muestra trasciende fronteras de todo tipo, integrando el mundo a través del arte por medio de técnicas de todo tipo y de expresiones fuera de lo convencional.

Fotógrafos de la 27 Bienal de Sao Paulo presentados en Santiago:

Pieter Hugo (1976).
La fuerza de este autor se manifiesta en el retrato, en la mirada fuerte y profunda que refleja el continente africano. Nacido en Johannesburgo, este autor que ahora vive en Ciudad del Cabo expone las series fotográficas The Hyena Men of Nigeria, retratos de un grupo itinerante de actores que viajan por el país con sus hienas, serpientes y monos. También presenta Barristers and Solicitors of the Supreme Court of Ghana, Musina and Judges, Bostwana, realizadas entre el 2005 y 2006 en las que retrata la casta judicial africana con atuendos de la corte británica.

Hugo posee la habilidad de captar a la gente que sobresale como personajes visualmente llamativos con toda una carga histórica y de identidad racial. Una tarea difícil ya que siendo un fotógrafo blanco en África, por lo general, él mismo sería objeto de críticas y rechazo.

Hugo se preocupa especialmente por lo periférico de la sociedad; retratos de lo visiblemente apartado. Una manera especial que obtiene mezclando aspectos de marginalidad, pobreza y desolación, sobre todo en las miradas de la serie de los hombres hiena. Hay otro aspecto en esta serie que puede sugerirse como un recurso sobrecogedor. Los animales que acompañan las fotografías, son presentados como más que mascotas. Son herramientas y son compañeros. Una alusión a la precariedad de la vida en las poblaciones marginales africanas pero que también pueden aludir a un aspecto más primitivo de vida por estar condenados a dichas condiciones, vistas no desde una perspectiva racista sino más bien desde una fuertemente identitaria.


Ahlam Shibli (1970).

Nacido en Arab al-Shibli, este Palestino residente de la ciudad de Haifa, presenta la serie fotográfica Eastern LGBT, 2006. Cuarenta retratos de inmigrantes transexuales del Medio Oriente que en sus países de origen son reprimidos. Sólo una selección fue presenta en Santiago. Los musulmanes fotografiados deben emigrar a lugares más liberales, dejar su hogar y su nivel social para crear su hogar en el nivel individual. En una de las fotografías se puede ver el proceso de transformación de un hombre palestino hacia una mujer. Un aspecto ya conocido pero que adquiere una significación particular cuando se habla de una cultura musulmana. El lenguaje visual no posee aquí aspectos grotescos, muestra un proceso de trasformación y en otros casos simbólicamente sugiere una desviación sexual que se concentra en la identidad musulmana.

Otra de las fotografías muestra un cartel de manifestación pública que dice:”proud to be gay and muslim” (“orgulloso de ser gay y musulmán”). Resulta de gran interés cómo se aborda este tema en países de una cultura diferente a la occidental que no es vista o imaginada más que por prejuicios y estereotipos. Esta fotografía es la verbalización de lo que esta muestra visual representa, hablan de contradicciones entorno al deseo de pertenecer en un entorno irreconciliable.

Ana Mendieta (1948)

Originaria de La Habana, Cuba. Fue exiliada a los 12 años a Estados Unidos junto a su hermana y sin sus padres. Fueron trasladadas como parte de la “Operation Peter Pan”, un programa de la Iglesia Católica norteamericana que llevó catorce mil niños cubanos a los Estados Unidos en un esfuerzo para “salvar” a los niños del régimen anti-católico de Castro. Fueron integradas a un orfanato católico a cargo de monjas en Iowa.

Esta artista trabaja mucho con el cuerpo humano. Su corta e intensa carrera, refleja los traumas sufridos por el choque cultural. En sus obras alude al tema de lo femenino y masculino. Exhibe las series fotográficas Untitled (Glass on Body Imprints) (1972), donde intenta eliminar lo femenino con un vidrio sobre su cuerpo desnudo. Sus senos son aplastados hasta el punto de quedar un dorso amorfo que representa su exilio en tanto mujer. Una expresión no convencional que refleja fuertes traumas.

Untitled (Facial Hair Transplants) (1972) en la que aparece con su pareja transplantándose barba, también es reflejo de lo anterior. Una serie que muestra paso a paso el intercambio de bellos faciales entre el hombre y la mujer. La última fotografía de esta serie es el retrato que presenta a toda la Bienal en Santiago. Una imagen penetrante que por sus elementos de la barba y la expresión seria, desolada y desafiante a la vez, concluye el objetivo de su eliminación de feminidad.

Exhibe una tercera obra titulada Silueta Works in Iowa (1976-78), donde se entierra simulando la vuelta al útero. Esta muestra que incluye una serie de películas y performances donde la artista traslada su punto de vista centrado en el cuerpo humano a la naturaleza eliminándose ella misma como objeto material de su arte. Muestra siluetas de cuerpo humano enterrado en la tierra acompañados por los 4 elementos. Una representación de la vuelta a la tierra. Una retrospección de vuelta a la madre, al útero. También se ven elementos como ceniza, velas, flores, nieve o tierra aluden constantemente a las relaciones entre la muerte y la resurrección.

Esta intensa artista muere al caer de su edificio en Roma en 1985. Vivió la mayor parte de su vida en Nueva York, donde desarrolló su carrera artística.


Dónde: Espacio MAC Quinta Normal. Matucana 464
Cuánto: $600 adultos $400 3ª edad y estudiantes
Estudiantes U. de Chile y clientes del Banco Itaú Chile gratis

Horarios: martes a sábado de 11:00 a 19:00 hrs.
Domingos de 11:00 a 18:00 hrs.

Del 27 de Abril al 1 de Julio
www.mac.uchile.cl
Visitas guiadas: guiasmac@uchile.cl

miércoles, 6 de junio de 2007

FotoKunst

Del alemán Fotoarte. Esta exposición que se presenta en el Museo de Arte Contemporáneo hasta el 17 de Junio, reúne obras de 9 fotógrafos alemanes generadas entre 1969 y 1993, para armar pequeñas retrospectivas de cada uno. Fue Organizada por el Instituto alemán IFA (Instituto para las Relaciones con el Extranjero) y auspiciada por el Goethe Institute. La exposición da cuenta de diferentes experimentaciones en obras que reflejan técnica, composición y montaje para crear su arte. Si bien muchos de los artistas no son contemporáneos entre si, cada uno posee una destreza que provoca la imaginación del espectador, y hace que se lo muestre novedoso. La diferencia técnica de producir una composición artística instala un debate sobre el valor documental de la fotografía y su relación directa o indirecta, con lo real.

Algunos exponentes
Dieter Appelt
Este artista muestra una suerte de irrealidad en sus obras. Algunas, que no contienen elementos figurativos, muestran elementos que pocas veces se reconocen, creando una atmósfera de materialidad industrial imaginaria, dura y pesada, incluyendo en ella sugerencias de movimiento. Este tipo de vibración lo realiza magistralmente el artista quien buscando el balance en el montaje logra una palpitación del objeto que podría incluso (irrealmente) estar vivo.

En otra serie, Appelt nos muestra manos y rostros que aluden a la tortura. Una cara desolada, moribunda con la piel quebrada por arcilla penetrada por fieros y otros instrumentos que forman una atmósfera fúnebre. La serie de fotos en que el autor aprovecha los primeros planos de las manos, haciendo especial foco en los pliegues y sombras formando secuencias que hacen de estas protagonistas y traductoras de sentimientos de decaimiento. La muestra entera de este autor responde a una calificación de “escultura fotográfica” que prueba muy bien que el dilema de la estaticidad de la fotografía no radica en la inmovilidad ya que esta no es en ningún caso inerte. Es interesante ver como el artista revela a los elementos no figurativos más vivos que los propios hombres y elementos humanos. Una contradicción parte de forma parte de la prerrogativa del autor. Nacido en Niemegk, Brandenburgo en 1935. Posee estudios de Fotografía Experimental en la Escuela Superior de Artes Plásticas Berlín con Heinz Hajek-Halke. Desde 1982, es profesor de Fotografía, Cine y Vídeo en la Escuela Superior de Artes en Berlín.

Anna y Bernhard Blume
Este matrimonio de artistas se enfoca en el montaje fotográfico para realizar sus obras. El tema central es la “credibilidad documental” de la fotografía utilizando la parodia en contraposición de la ingenuidad documental de la pintura generando una concepción sólida de la fotografía abstracta. Los personajes de su obra poseen expresiones marcadas y exageradas que aluden la metafísica ironizada de la sociedad alemana. Por medio de una serie de polaroid utilizan elementos cargados de obscuridades que envuelven a los personajes en ambientes un tanto cinematográficos configurando un espacio ilusionista.

Anna nació en 1937 en Bork, Westfalia y estudió en la Academia de Arte de Düsseldorf. Bernhard nació en el mismo año, en la ciudad de Dortmund, Rhenania. Desde 1987, es profesor de arte libre aplicada en la Escuela Superior de Artes Plásticas en Hamburgo.

Donde: MAC Parque Forestal.
Dirección: Parque Forestal S/N, Metro Estación Bellas Artes.
Cuanto: $600 adultos $400 3ª edad y estudiantes
Estudiantes U. de Chile gratis
Horario: Martes a sábado de 11:00 a 19:00 hrs.
Domingo de 11:00 a 18:00 hrs.
Del 03 de mayo de 2007 al 17 de junio
Contacto: mac@uchile.cl
Teléfonos: (56 - 2) 977 1741 - 977 1746 - 977 1755
www.mac.uchile.cl
Visitas guiadas:
guiasmac@uchile.cl

Precisiones de lente alemana

Una impactante selección de fotos de artistas alemanes de las últimas décadas propone imágenes y debates.

Bottom of Form
La muestra Fotoarte es una selección caprichosa y muy potente de ocho artistas alemanes, curada por Wulf Herzogenrath, organizada por el instituto alemán IFA (Instituto para las Relaciones con el Extranjero), con el auspicio local del Goethe- Institut Santiago y se exhibe en el Museo de Arte Contemporaneo.

Se trata de un conjunto heterogéneo de autores, que incluye fotografías visualmente impactantes, fechadas entre 1969 y 1993, donde cada artista está representado por una breve antología de trabajos: Dieter Appelt (1935), Anna y Bernhard Blume (nacidos ambos en 1937), Thomas Florschuetz (1957), Jürgen Klauke (1943), Astrid Klein (1951), Sigmar Polke (1941), Klaus Rinke (1939) y Katharina Sieverding (1944).

El montaje de la muestra es contundente como las imágenes, salta al ojo, se impone. Fotoarte no intenta ser un panorama general de la fotografía alemana de las últimas décadas, sino un recorte puntual, preciso, que según el curador, como se presentan “grupos de obras cerrados en sí mismos y con diferentes puntos de vista y posturas, fue necesario limitarse a extractos de la obra de algunos pocos artistas, que entendieron a lo largo de muchos años, generalmente décadas, a la fotografía como medio central de su trabajo artístico o la emplearon en igualdad de condiciones junto a otras formas de expresión artística –pintura, dibujo, performance–”.

En este sentido, dentro de la multiplicidad de orígenes, prácticas y sentidos que cada uno de los seleccionados le da a la fotografía, se advierte en común no sólo la contundencia de las imágenes, sino también la violencia simbólica (como reflexión y como puesta en escena), así como la determinación de lo que se elige mostrar, la teatralidad, la experimentación técnica y el dramatismo, junto con un innegable carácter compositivo de naturaleza pictórica.

El período elegido (1969-1993) coincide con el ascenso vertiginoso de la participación de la fotografía en las bienales y demás exposiciones internacionales, así como muestras monográficas, colecciones y galerías especializadas, concursos, etc., en todo el mundo. Tal protagonismo se corresponde con una consideración y una valoración especial de la fotografía como arte, con la consiguiente producción crítica y teórica.

En la selección se establecen de entrada cuatro límites conceptuales y prácticas alrededor de la fotografía, que la fotografía “artística”, en su infinita voracidad y avance, absorbió tempranamente a lo largo del siglo veinte, hasta llegar a una interdependencia entre lo artístico y las demás prácticas no artísticas. Estas zonas de la fotografía (en tensión y retroalimentación) son la fotografía no profesional, el fotoperiodismo, la publicidad y la fotografía utilitaria y técnica.
La fotografía artística hizo desde fines de la década del sesenta un proceso de incorporación de la mirada del fotógrafo aficionado, como modo de fotografiar, revalorizando el “disparo” casual y la fascinación ingenua por la fotografía. En el catálogo se citan experiencias alemanas, como la muestra “Volksfoto” (foto popular), que reunió fotografías tomadas desde mediados de los setenta hasta 1980. Allí se ponía el acento en la fotografía cotidiana, familiar, privada, de uso masivo. En Colonia se abrió el Instituto privado de fotografía familiar contemporánea, donde presumiblemente se podía avanzar en encuadres y técnicas de tomas de familia, viajes, hijos y mascotas.

Otra zona límite –la del fotoperiodismo y su coqueteo con la fotografía de autor– también generó un diálogo fecundo con la fotografía artística (en perpetua definición). La fotografía publicitaria y de modas constituyó una compañera de ruta desde los años veinte, a través de las vanguardias, la propaganda política y la fusión conceptual que supuso el arte pop alrededor de su apología y al mismo tiempo crítica del mercado. La vertiente utilitaria y técnica de la fotografía también se fue acercando a la avenida de la foto artística a partir de las experiencias de la Bauhaus.

Por supuesto que detrás de todas estas zonas en tensión y complementación siempre está presente el debate sobre el valor documental de la fotografía y su relación directa o indirecta con lo real, así como sus disputas y tensiones particulares con la pintura. En este punto el carácter pictórico de la selección de fotos de este grupo de artistas alemanes resulta evidente. Y por otra parte también se ve claramente la constante ampliación del campo fotográfico, que todo lo subsume.

Surge entonces la relación entre la fotografía artística y el mercado, que algunos señalan como inevitable, al punto que las discusiones sobre el carácter artístico de la fotografía comenzaron cuando el mercado del arte y el coleccionismo pusieron su ojo en la fotografía.

Para describir brevemente cada uno de los conjuntos fotográficos se puede decir que los trabajos de Dieter Appelt lucen como esculturas fotográficas, entre arcaicas y rituales, donde hombre y objeto (a veces de manera alternada, a veces simultáneamente) son los ejes de la imagen.

En las fotos de Anna y Bernhard Blume, los autores se fotografían en relación directa y dinámica con objetos cotidianos o de la naturaleza. Las posiciones forzadas y la tensión entre los cuerpos resultan evidentes y violentas. Un collage fotográfico de polaroids resulta una síntesis entre pintura, publicidad y fotografía.

Las obras de Thomas Florschuetz siempre exhiben partes y secciones del cuerpo con una particular extrañeza. Desde incómodos retratos hasta manos, dedos, ojos en fotografías de gran formato sumamente impactantes. Se destaca también el trabajo con el color.

Las fotos de Jürgen Klauke por momentos recuerdan a los comienzos de la fotografía, en sus encuadres, artificios, teatralizaciones, posturas. En sus obras se puede hablar de performances fotográficas donde el actor suele ser el propio fotógrafo. Aquí se reflexiona sobre las relaciones humanas y con el entorno. Hay notorios contrastes de luz y sombra, lo que vuelve más teatral cada secuencia.

Varias de las tomas de Astrid Klein provienen de fotografiar y ampliar imágenes tomadas de los medios gráficas. Los contrastes y el grano fotográfico tomado como parte del lenguaje visual apuntan a reflexionar sobre la naturaleza de ciertas informaciones. Una de las obras, “Fronteras del pensamiento”, pone en diálogo la sombra de una pelea callejera reflejada sobre la arquitectura monumental de un edificio. La violencia urbana y las desigualdades sociales son algunas de las constantes de sus trabajos, que se mueven entre la figuración y la abstracción de las formas.

El célebre pintor y dibujante Sigmar Polke también ha utilizado siempre la fotografía y el cine como medios y prácticas. En su producción fotográfica hay una productiva contaminación entre lenguajes visuales y una cita de la historia de las vanguardias (dadaísmo, surrealismo, arte pop...). La propia pintura constituye –desde su materialidad– una cita en sus fotografías.

En el caso de Klaus Rinke, sus fotos, al mismo tiempo que se constituyen como obras independientes, documentan una acción artística que muchas veces es realizada para ser fotografiada. Se trata de acciones simples, poéticas, como sumergirse en un barril de agua y fotografiar el instante en que su cuerpo desplaza el agua del barril y ésta se vuelca. En su obra hay una continua reflexión alrededor de la relación entre el cuerpo y el entorno, el espacio y el tiempo.

Katharina Sieverding conjuga arte y ciencia, así como la relación entre los factores psicológicos y el mundo exterior. Sus autorretratos son en general muy provocadores, y en ocasiones generaron fuertes polémicas y hasta episodios de censura, como sucedió con su obra “Alemania se alemaniza” (1992), cuando utilizó el lenguaje publicitario para incitar a la solidaridad y criticar el sexismo, a través de un tríptico en el que se ve un rostro femenino, unos cuchillos clavados sobre un muro y la frase del título (“Alemania se alemaniza”) sobreimpresa al modo de un slogan.

Fuente: Fabián Lebenglik. Página 12

martes, 5 de junio de 2007

Cuando la Fotografía es Protagonista


Dos Publicaciones consideradas "de Vanguardia".

Restringiéndose a los cánones locales, estas publicaciones marcan tendencia en Chile y España respectivamente.

LÁPIZ es la revista de arte contemporáneo de mayor antigüedad que se edita en España y la única de periodicidad mensual. Desde su fundación en 1982, LÁPIZ se ha mantenido como la revista líder del panorama artístico español e iberoamericano. Aportando al mundo de la crítica de arte valiosos documentos analíticos sobre la obra de artistas de relevancia internacional, LÁPIZ ofrece a sus lectores un profundo acercamiento a las prácticas artísticas emergentes y a todos los campos relacionados con la creación artística. Los artículos de fondo y las entrevistas son acompañados en LÁPIZ por un completo repaso a exposiciones de interés en galerías, centros y museos de arte contemporáneo de las principales ciudades del mundo, para lo cual cuenta con una amplia red de corresponsales. LÁPIZ se distribuye en quioscos y librerías de toda España y en Europa y Latinoamérica, tiene una especial circulación en las principales ferias internacionales de arte y cuenta con suscriptores en más de cuarenta países. El temario y el tratamiento riguroso de sus contenidos hacen de LÁPIZ una revista de consulta obligada, coleccionable
Fuente: revistasculturales.com



FIBRA es una Revista Chilena de Diseño. Se distribuyó en el país como un artículo comunicacional de la multinacional compañía de comunicaciones Telefónica.
Ambas se caracterizan por hacer uso de fotografías a todo color a lo largo de las publicaciones. Como LÁPIZ se dedica al análisis artístico nunca intercede en la cración fotográfica, es decir, presenta la obra completa, sin cortes ni accesorios. En cambio, Fibra, por ser especializada en Diseño, se caracteriza por diagramar en función de éste. Utiliza recursos tipográficos y de trastocación de color -entre otros- a modo de potenciar el objeto fotográfico como producto de diseño.